Sobre la reaparición de Oiga

Señores directores:

Vuelvo a sentirme obligado a expresar mi estupor por el nuevo mundo de que en estos días electorales reaparecerá Oiga, el semanario que fundé hace más de medio siglo y por cuya línea de conducta sufrí cárceles y destierros en diversas dictaduras; y al que, hace ya algún tiempo, me vi forzado a cerrar para evitar ir preso por delincuente tributario.

Mi estupor se debe a que es fácil sospechar la intención de esta reaparición de Oiga. Es extraño, por decir lo menos, que la revista vuelva, para “difundir información veraz e independiente”, cinco años después de su cierre y del traspaso que hice del logotipo de Oiga a una persona interesada, según me dijo, en dirigir una publicación de frivolidades del mundo social y del espectáculo.

El hecho, por lo tanto, me obliga a exponer nuevamente las razones por las que hice mutis de la escena periodística peruana.

Clausuré Oiga porque en el Perú de hoy, si no se cuenta con abundante avisaje comercial —cada días más escaso salvo el del Estado—, es imposible, matemáticamente im­posible, sostener un medio de expre­sión veraz e independiente. Gradas al régimen fujimorista pesan sobre la prensa peruana tan fuertes cargas tri­butarias —únicas en el mundo, pues no existen en país alguno impuestos a las ventas e importaciones para los medios de comunicación o son solo simbólicos al lado del caso perua­no—; pesan en la actualidad —repito— sobre la prensa peruana por fuertes cargas tributarias que la hacen prisionera de la Sunat, entidad que, a sabiendas o no, queriéndolo o sin querer, actúa como agente de extorsión gubernamental. De este modo es que los medios de expresión peruanos, salvo honrosas excepciones (entre las que cabe destacar el nombre de Gustavo Mohme), han quedado prisioneros del Gobierno.

Y no se los liberará por medio acuerdos de equidad ni disposiciones legales, todos ellos instrumentos que pueden ser utilizados para liquidar la libertad de prensa, tía como lo hizo el régimen militar en 1974. Para que los medios de información se comporten periodísticamente hay que liberarlos del chantaje tributario al que están sometidos. Así, sacándolos del cautiverio y no por reglamentaciones que, siempre, serán espada de Damocles sobre la libertad de prensa, es como se logrará que la prensa hablada y escrita sea libre.

Vuelvo a tener que aclarar que hace cinco años traspasé el logotipo de Oiga y que nada sé de los vaivenes de esa lejana transacción y nada, absolutamente nada, me liga a la publicación que con el nombre de Oiga comenzará a circular en estos días electorales en los que sobra decir cuál será mi voto.

FRANCISCO IGARTUA, El Comercio, 24 de abril de 2000

oiga

oiga

Vistas de página en total

lunes, 30 de diciembre de 2013

CUADRILÁTERO POLÍTICO

DIALOGO VLADIMIRO MONTESINOS Y DIONISIO ROMERO

El señor Dionisio Romero.- Hay un temita.

El señor Vladimiro Montesinos.- Sí.

El señor Dionisio Romero.- Que puede que sea de interés para ayudar un poquito a ganar las elecciones.

El señor Vladimiro Montesinos.- Ya.

El señor Dionisio Romero.- Pero que es de mi interés de bolsillo.

El señor Vladimiro Montesinos.- Ya.

El señor Dionisio Romero.- Entonces, te lo tengo que decir que es de interés de bolsillo, porque puede mi opinión estar sesgada.

El señor Vladimiro Montesinos.- Ya.

El señor Dionisio Romero.- Hay un arancel de 25% al trigo.

El señor Vladimiro Montesinos.- Ya.

El señor Dionisio Romero.- Innecesario.

El señor Vladimiro Montesinos.- Ya.

El señor Dionisio Romero.- Había arancel de 25% y una franja de precios, la franja de precios la quitaron, felizmente, porque ya hacía un arancel tremendamente alto; pero el trigo no tiene competencia, no compite con nada.

El señor Vladimiro Montesinos.- Ya.


El señor Dionisio Romero.- Y bajarlo a los aranceles normales sería bajarlo de 25% a 12 y medio.

El señor Vladimiro Montesinos.- A 12 y medio.

El señor Dionisio Romero.- Porque hoy tiene 20 más 5.

El señor Vladimiro Montesinos.- O sea 25.

El señor Dionisio Romero.- Tiene 25.

El señor Vladimiro Montesinos.- Es alto.

El señor Dionisio Romero.- Sí, altísimo. Entonces, mañana el Presidente, y siempre ha sido que el trigo compite con la papa.

El señor Vladimiro Montesinos.- Ya.

El señor Dionisio Romero.- Y con el arroz.

Pero creo que si él lo piensa hoy, sería apropiado por los acontecimientos.

El señor Vladimiro Montesinos.- Ya-

El señor Dionisio Romero.- Porque el arroz está baratísimo.

El señor Vladimiro Montesinos.- Sí, sí, en bajada

El señor Dionisio Romero.- No, el arroz está baratísimo porque hay una buena cosecha

El señor Vladimiro Montesinos.- Ya.

El señor Dionisio Romero.- La papa está baratísima porque hay buena cosecha.

El señor Vladimiro Montesinos.- Ya.

El señor Dionisio Romero.- Entonces, el trigo no compite con eso, ellos tienen sus espacios según su…


El señor Vladimiro Montesinos.- Una fluctuación de la oferta y la demanda.

El señor Dionisio Romero.- Claro.

El señor Vladimiro Montesinos.- No tiene objeto eso.

El señor Dionisio Romero.- Claro, no tiene objeto.

El señor Vladimiro Montesinos.- ¿Por qué no me lo haces poner en una hojita eso?

El señor Dionisio Romero.- Si.

El señor Vladimiro Montesinos.- Claro, una hojita, indícale a tu secretaria, así nomás, las cosas e ideas que me haces y sugerencia.

El señor Dionisio Romero.- No, bajar el arancel.

El señor Vladimiro Montesinos.- Claro, pero con esta explicación que me acabas de dar, para yo traducir textualmente,

El señor Dionisio Romero.- ¿Crees que es…?

El señor Vladimiro Montesinos.- Yo pienso que es factible.

El señor Dionisio Romero.- ¿Por qué ahora dices que no?

El señor Vladimiro Montesinos.- Déjame.

El señor Dionisio Romero.- ¿O lo converso con el Ministro de Agricultura?

El señor Vladimiro Montesinos.- Bueno, convérsalo, pero independientemente de todo esto te hago.

Una hojita muy pequeñita, no más, ya mañana tú llegas y le dices a tu secretaria, me la pasas por fax no más, me pasa por fax.

El señor Dionisio Romero.- ¿Por qué? El efecto no es muy importante.


El señor Vladimiro Montesinos.- Yo lo se.

El señor Dionisio Romero.- Aunque parezca, pero el 25% ¿Por qué? Porque el 25% en el trigo.

El señor Vladimiro Montesinos.- Si

El señor Dionisio Romero.- Es sobre un precio de 150 dólares.

El señor Vladimiro Montesinos.- Claro.

El señor Dionisio Romero.- Serian 50 dólares en el trigo, en la harina eso es la mitad; y en el pan la mitad de la mitad pero al menos es un poquito mas para que haya bienestar, haya alimento barato, porque hay papa barata, hay arroz barato y debe haber harina y pan barato. Ayuda para ganar (?).

El señor Vladimiro Montesinos.- Naturalmente, ayuda para ganar.

El señor Dionisio Romero.- Ahora, Economía y Finanzas quejara de que no le va a entrar plata.

El señor Vladimiro Montesinos.- Bueno, pero es.

El señor Dionisio Romero.- Lo tienen que hacer ustedes.

El señor Vladimiro Montesinos.- Claro, no; ya ayer he estado yo con Víctor Joy Way acá hablando y mira, le he dicho, “Fíjate, mira son dos cosas; mira, tú tienes que hablar a Alfredo Jaililie que se deje de tonteras y que no hay capacidad. Gasta”.

El señor Dionisio Romero.- Gasta.

El señor Vladimiro Montesinos.- Gasta, ¿Qué te importa, además, si tienes el marco ahora? Pasémonos del tema del Fondo, ¡que nos importa!

Ya el Fondo el viernes firman acá ya ahí termino el asunto, ya el Fondo no nos tiene control para nada.

El señor Dionisio Romero.- (?).

El señor Vladimiro Montesinos.- No importa, pasémonos del tema del Fondo.

El señor Dionisio Romero.- Económicamente.

El señor Vladimiro Montesinos.- Si.

El señor Dionisio Romero.- No es solo gastar, es gastar más de lo que se recauda.

El señor Vladimiro Montesinos.- Ah, por supuesto.

El señor Dionisio Romero.- Si tu ganas un montón, pero recaudas un montón.

El señor Vladimiro Montesinos.- No, no, tienes que excederte.

El señor Dionisio Romero.- Claro.


“En la Sala de la Corrupción” Pág. 214-216, Tomo 1, Fondo Editorial de Congreso del Perú.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Oiga!